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“En términos de salud se puede observar que un alto porcentaje de las enfermedades de cualquier naturaleza, como por ejemplo el cáncer, la hipertensión, la diabetes, incluso las mentales como la depresión, tienen sus orígenes en el estilo de vida de las personas. Cuando hablamos de estilos de vida no sólo se trata del cuidado del cuerpo en términos de alimentación o ejercicio, sino también se trata de la parte emocional y del quehacer diario”. Señaló, el Director Médico y Científico de LABFARVE y profesor Titular de la Fundación Universitaria Juan N. Corpas, Dr. Óscar López.
Los estilos de vida son las maneras de vivir que poseen los individuos y que atañen a todos los aspectos de su día a día. Las conductas alimentarias, la actividad física, el descanso, el consumo de sustancias psicoactivas (tabaco, el alcohol, drogas, por ejemplo), actividades laborales y aspectos emocionales, son entre otros, argumentos que definen un estilo de vida. Todos estos elementos pueden llevar a la persona a ser sana o a desencadenar enfermedades de cualquier índole. Sin lugar a dudas se puede decir que, somos el resultado de cada una de nuestras decisiones.
¿Cómo repercuten los estilos de vida inadecuados en la salud?
De muchas maneras. Ante cualquier problema de un paciente, siempre hay que analizar sus rutinas de vida de una forma integral porque allí, muy seguramente, se encuentren las verdaderas causas de un alto porcentaje de enfermedades o los factores que dificultan las adecuadas respuestas a los tratamientos.
Aspectos tan sencillos como la actividad física marcan gran diferencia entre padecer o no, ciertas enfermedades. Muchos estudios sugieren que los individuos para mantener un aceptable estado físico deberían caminar 12 mil pasos diariamente. No obstante, el promedio de las personas, por sus estilos de vida, caminan menos de 4 mil pasos y eso ya se considera un factor de riesgo para desarrollar, entre otros, problemas cardiometabólicos. Esto sin tener en cuenta que la ingestión calórica es muy elevada, pues se come mucho más de lo que se necesita por día. De otro lado, el ejercicio físico también se ha catalogado como un recurso protector y de gran beneficio para el cerebro; muchas investigaciones demuestran que favorece aspectos como la memoria al promover el crecimiento de regiones cerebrales que están involucradas en dicho proceso. Es por esto que se debe entender y difundir la actividad física como un valioso recurso con el que cuenta el ser humano para mantenerse saludable. Ya es hora de dejar de ver al ejercicio como uno de los peores castigos para la humanidad.
Ahora bien, así como resulta conveniente la actividad física, también es fundamental el descanso para los seres humanos. En este sentido, se ha podido establecer que un sueño deficiente o de mala calidad también genera deterioros en la salud física y mental. Se han encontrado asociaciones importantes entre un sueño inadecuado y enfermedades metabólicas (diabetes, hipertensión) y neurológicas (alzhéimer).
Estos son algunos ejemplos de aspectos de la vida diaria que podrían promover estilos de vida inadecuados que deterioran la salud. No obstante, cambios positivos y que, aunque no sean muy grandes, se mantengan diariamente, siempre repercutirán favorablemente y los resultados se harán palpables a corto, mediano y largo plazo.
¿Cómo cambiar los estilos de vida?
El principal problema que tienen algunos individuos es cambiar su estilo de vida, ya que muchas veces su comportamiento está basado en un patrón preestablecido desde la infancia o en conductas socialmente aceptadas que no son, necesariamente, apropiadas para la biología del ser humano. La sociedad de consumo vende modelos que hace ver como necesarios y obligatorios para poseer “calidad de vida”; sin embargo, resultan ser todo lo contrario. La promoción a esforzarse menos, sesgando al sedentarismo; la motivación a poseer para poder ser aceptado, lo que desemboca en frustración permanente; el estímulo al consumo de alcohol y al de ciertos alimentos, lo que desemboca en conductas inadecuadas; son apenas algunos ejemplos que, desde cualquier perspectiva, no son aspectos que le brinden estilos de vida saludable a los individuos.
“Entonces, lograr transformaciones positivas en los estilos de vida exige, como factor principal, cambios de pensamiento. Debemos ser capaces de discernir qué es lo mejor para nosotros por encima de los patrones culturales; que veamos cómo será nuestra vida en un futuro teniendo en cuenta cómo la vivimos hoy; que pensemos en las enfermedades desde la prevención y no cuando ya sea demasiado tarde. Por lo general, enfermedades como la obesidad, la diabetes, la hipertensión o la gastritis, entre otras, no se desencadenan de un día para otro, muchas veces se requiere de años de estilos de vida inadecuados para que lentamente se vayan causando los daños en nuestro cuerpo.” Explicó el Director Médico y Científico de LABFARVE y profesor Titular de la Fundación Universitaria Juan N. Corpas.
Uso responsable de los medicamentos
En nuestra sociedad actual existe la tendencia al uso deliberado de los fármacos a pesar de que estos deberían ser siempre sugeridos y supervisados por un profesional de la salud. Tanto los medicamentos de síntesis química como los de obtención natural tienen sus indicaciones y contraindicaciones y un uso inadecuado puede causar daños al organismo. Es importante tener en cuenta que, para hacer un uso responsable de los fármacos, estos se deben tomar según lo sugiera el profesional de la salud y se deberá evitar, de cualquier manera, la automedicación. Una mala administración de un medicamento puede deteriorar significativamente la salud y en casos extremos poner en riesgo la vida de una persona.
Recomendaciones
No importa como haya vivido usted su vida hasta el día de hoy, siempre se puede cambiar. La principal herramienta para generar la transformación es el conocimiento. Pensar coherentemente, tomar conciencia y a partir de esto hacer modificaciones de forma progresiva, será fundamental para su beneficio. Cualquier cambio, por mínimo que parezca, siempre resultará significativo. Lo más importante es ser constante y pensar cada día, al momento de tomar decisiones, en lo que es mejor para lograr el bienestar. “Come tu comida como medicina, de lo contrario deberás comer la medicina como comida” Steve Jobs.