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“Las emociones han formado parte de la vida del ser humano desde el principio de los tiempos y han contribuido a la supervivencia de la especie humana, ya que, por ejemplo, a través del miedo y del asco el ser humano se ha mantenido alejado de elementos y sustancias que pueden poner en riesgo la vida.
Hoy en día se entienden y se exteriorizan las emociones no sólo desde la naturaleza del hombre, sino también desde los patrones culturales preestablecidos en la sociedad actual; incluso se ha llegado a pensar que algunas son malas y otras son buenas, pero la verdad es que todas las emociones son buenas, simplemente hay que saberlas manejar para que no afecten negativamente la vida del individuo ni a las personas que lo rodean.” Expresó el Dr. Óscar López Director Médico y Científico de LABFARVE y Profesor Titular de la Fundación Universitaria Juan N. Corpas.
¿Qué son las emociones?
Las emociones son reacciones afectivas que alteran el ánimo del individuo y forman parte de su vida todos los días, y se muestran a través de la alegría, tristeza, asco, miedo, vergüenza, alivio, decepción, gratitud, melancolía, euforia entre otras. Éstas también pueden evidenciarse en el cuerpo, a través de cambios visibles que pueden ser percibidos por el propio individuo o por las demás personas, a través del lenguaje corporal.
Las emociones han sido desarrolladas en el ser humano desde sus primeras etapas de existencia en este mundo, desde hace millones de años, y han sido muy importantes para sobrevivir como especie porque son producto de una necesidad que tuvieron nuestros antepasados para mantenerse fuera de peligro y lograron comunicarse con los demás para prevenirlos.
El miedo es una de las emociones más antiguas y ayuda en situaciones determinadas a tomar decisiones para salvar la vida. El asco, por otro lado, ayuda a alejarse de sustancias que ponen en riesgo la vida, pues ese rechazo puede evitar que la persona consuma alimentos contaminados, por ejemplo.
Las emociones juegan un papel tan importante en la vida de una persona que su manejo inadecuado es capaz de repercutir de forma negativa en la salud ocasionando todo tipo de enfermedades, que pueden llegar a ser crónicas y afectar la calidad de vida de las personas; problemas digestivos, cardíacos, hipertensión, alopecia, insomnio, entre otros, son algunos ejemplos. La forma en que las personas son afectadas puede variar y esto depende de su predisposición genética, de sus recursos emocionales y de sus estilos de vida.
En la sociedad actual, para muchos, expresar algunas emociones puede ser símbolo de debilidad. Hay muchos patrones preestablecidos desde la niñez. Por ejemplo: “llorar no es de fuertes”, “no hay que tener miedo a nada”; son contextos que han ocasionado que muchas personas tengan problemas para exteriorizar sus emociones y esto hace que se sientan inadecuadas y disfuncionales, aunque sus percepciones forman parte de la naturaleza humana y son totalmente normales en situaciones específicas.
Recomendaciones para el manejo pertinente de las emociones
“Las emociones no hay que controlarlas hay que entenderlas, si hay emociones que no brindan bienestar hay que analizar el porqué, esto permite redescubrir la realidad emocional. Por otro lado, sentir dolor por una pérdida, estrés por un problema, felicidad por algo bueno son sensaciones naturales por las que el hombre debe pasar en un momento determinado. Asumir, afrontar y salir de situaciones difíciles de ser necesario. El problema estaría en no buscar la solución al problema o tener una depresión muy prolongada, por ejemplo; en estos casos extremos es recomendable buscar ayuda en un profesional de la salud, quien cuenta con las herramientas para manejar este tipo de casos.” Indició el Dr. López.
Por otro lado, para el manejo de situaciones cotidianas de la vida hay muchos tratamientos como las esencias florales que son macerados de flores, que actúan predominantemente en el sistema nerviosos central, ayudando al manejo de las emociones. Es importante destacar que, si la persona tiene algún tratamiento dictado por un médico, este no debe ser suspendido al consumir estas esencias, y para casos muy específicos es mejor tomarlas bajo la asesoría de un profesional.
Hay personas que encuentran el equilibro emocional a través de la meditación o en el desarrollo de alguna actividad, que puede ir desde el ejercicio hasta la práctica de un hobby; por otro lado, hay otros que con el simple hecho de conversar con un ser querido se sienten mejor. Pero más allá de estos manejos, es fundamental que el individuo sepa reconocer sus emociones y el momento en que éstas requieren de una solución que brinde tranquilidad. Se dice que quien vive en el presente es feliz, quien vive en el futuro es ansioso y quien permanece en el pasado es deprimido; concluyó el Director Médico y Científico de LABFARVE.