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“El sueño forma parte fundamental en la vida de las personas, aunque no sabemos aún por qué dormimos, lo que sí sabemos es que es muy importante para la buena salud. Se calcula que el individuo debería dormir más o menos un 30% del día, por lo general eso no se cumple. Casi una tercera parte de la vida del ser humano es dedicada al sueño, entonces dormir bien es más importante de lo que parece”. Indicó el Director Científico y Médico de LABFARVE y Profesor Titular e Investigador de la Fundación Universitaria Juan N. Corpas, Óscar López.
El sueño puede tener numerosos trastornos; no obstante, tal vez uno de los más frecuentes es el insomnio, que se caracteriza por la dificultad que presenta un individuo para mantener de manera, más o menos continua su sueño durante la noche. Esta dificultad se puede presentar al inicio del sueño, en la parte media o al finalizar el ciclo. Esto genera un sinnúmero de síntomas dentro de los que se resalta la tendencia a dormirse durante el día (somnolencia) y la percepción de agotamiento durante la actividad. Sin embargo, existen otros problemas que pueden dar estos mismos síntomas, como por ejemplo en los casos de apneas del sueño.
Los problemas del sueño pueden presentarse en cualquier edad y, los más frecuentes, suelen estar asociados a malos hábitos y a problemas emocionales como la depresión y la ansiedad. Es importante resaltar que investigaciones recientes muestran cómo las alteraciones del sueño pueden favorecer otro tipo de enfermedades como el sobrepeso, la hipertensión, diabetes y algunos problemas neurológicos, entre otros.
Insomnio: uno de los problemas más frecuentes
El insomnio casi siempre es desencadenado por ciertos estilos de vida, por ansiedad o por depresión. El sueño es un proceso que requiere de una serie de parámetros o de factores externos para que se pueda desarrollar de manera fisiológica. Esto es debido a que, por ejemplo, uno de los factores fundamentales para activar en el cerebro las acciones necesarias que inducen el sueño, es la luz. El cerebro, como parte de su proceso evolutivo y adaptativo, responde a la luz segregando neurotransmisores que lo activan, mientras que los ambientes oscuros o sin luz hacen que produzca otros que cambian la funcionalidad cerebral y lo pueden llevar al sueño. Así las cosas, normalmente el cerebro responde a factores ambientales como los ciclos del día y de la noche para coordinar sus períodos de sueño.
Desde lo elemental, resulta lógico entender que para favorecer el proceso de sueño el individuo debería atender los aspectos que son encargados de promoverlo. No obstante, sabemos que hoy en día esto no se cumple; empezando por los niños que muchas veces están despiertos hasta tarde jugando, o acompañando a sus padres. En nuestra sociedad actual hemos adoptado conductas basadas en patrones culturales socialmente aceptables pero que no son necesariamente compatibles con nuestra biología y que pueden alterar negativamente el sueño y nuestra salud, señaló López.
¿Se deben tomar medicamentos para inducir el sueño?
La principal recomendación es tomar acciones que ojalá no involucren la medicación, pero si en definitiva es necesaria la medicación, se puede empezar con medicamentos suaves como son los productos de obtención natural. Sin embargo, aún con estos medicamentos se deben tener precauciones para logra una correcta utilización. Existen especies como la pasiflora, el cidrón, la lechuga y la valeriana; que poseen propiedades terapéuticas para favorecer el sueño. La decisión de utilizar una u otra dependerá de cada caso.
Hay que atacar la causa
Es claro que de acuerdo al tipo de insomnio se requiere un manejo específico. Así, por ejemplo, si el insomnio es resultado de problemas de estrés, ansiedad, un problema personal, traumas, experiencias poco agradables, miedo o algún tipo de pérdida; será absolutamente necesario manejar la circunstancia causal. Es muy probable que, simultáneamente el afectado requiera de alguna medicación, pero hay que entender que esta será solo para apoyar la terapia, ya que el tratamiento central estará enfocado en modificar los agentes desencadenantes del problema. Por todo esto resultará necesario que los problemas de insomnio sean orientados y manejados por un profesional que conozca de estos padecimientos.
“Es muy común ver a algunas personas que pasan años padeciendo algún problema del sueño y no se atreven a buscar ayuda profesional, porque no le dan la importancia que realmente tiene y porque desconocen que esto pude afectar negativamente su calidad de vida de manera progresiva.” Concluyó el Director Científico y Médico de LABFARVE y Profesor Titular e Investigador de la Fundación Universitaria Juan N. Corpas, Óscar López.